viernes, 13 de agosto de 2010

¿Hay que experimentar con animales? NO

Por Dr. Gill Langley (*)
Última actualización: 17:00 GMT 10 de noviembre 2008

La próxima directiva de la Unión Europea promete transformar la forma en que las pruebas con animales se llevan a cabo, un investigador y defensor de los animales debaten si la práctica puede ser justificada.
 
Como científicos y seres humanos, tenemos el deber moral de evitar el sufrimiento siempre que sea posible, ya sea en humanos, ratones y monos. Pero si se utilizan animales en la investigación o pruebas, el dolor y el sufrimiento son inevitables.
Sí, estos experimentos están regulados, pero la regulación permite aún que los animales sean infectados con enfermedades mortales y sean letalmente envenenados sin alivio del dolor. En los laboratorios británicos de hoy, los animales siguen siendo quemados, paralizados, con daño cerebral, provocándoles ataques cardíacos y recibiendo descargas eléctricas.
 
Hay una creciente evidencia de que el valor de los experimentos con animales a menudo se ha exagerado, y sus limitaciones se han subestimado seriamente. Durante demasiado tiempo, los científicos que experimentan con animales han evitado emitir una crítica esencial sobre su trabajo. Pero la evidencia creciente sugiere que los avances de la medicina han sido muchos, a pesar de los experimentos con animales, pero no debido a ellos.
Por ejemplo, el año pasado el British Medical Journal publicó una revisión independiente de los tratamientos para cinco enfermedades humanas y determinó que las drogas que funcionaban en los animales eran útiles para los seres humanos sólo en el 50 por ciento de los casos. Este éxito es similar al de lanzar una moneda al aire.
La investigación médica basada en probabilidades tan pobres, desperdicia la vida de los animales y debe estar retrasando tratamientos vitales. Cuando la investigación implica el uso de primates no humanos (nuestros primos evolutivos cercanos) se genera aún más polémica.
 
Algunos investigadores dicen que estos experimentos en primates no pueden ser sustituídos con métodos de investigación sin animales, una afirmación desmentida en un informe de los miembros de Focus on Alternatives Coalition.
El reemplazo de los primates en la investigación médica se ocupa de cinco áreas claves.
En cada una de ellas se ha producido un catálogo de tratamientos fallidos, por ejemplo, al menos 37 vacunas contra el VIH que han sido probados con primates no han tenido éxito con los seres humanos. En el caso de los tratamientos contra la apoplejía, 95 medicamentos experimentales han pasado las pruebas con animales, pero no en ensayos clínicos humanos.

El desarrollo de más técnicas de investigación que no afecten a animales es de interés para todos nosotros. Ofrece un fin al sufrimiento de los animales, mejores herramientas de investigación y mejora de las terapias. El reemplazo de animales ya ha llevado a avances en la medicina humana.

Mi benefactor, el Dr. Hadwen Trust, financia el desarrollo de técnicas de investigación para sustituir los experimentos con animales. Por ejemplo, nuestra investigación reciente del Instituto de Cáncer de Londres, desarrolló el primer modelo tri-dimensional de multi- células de cáncer de mama en humanos en tubo de ensayo para reemplazar pruebas que consistan en la implantación de los tumores en ratones.
Esta investigación ha revelado que ciertas células en el tejido mamario sano pueden suprimir el crecimiento tumoral, de maneras que no pueden en el tejido canceroso. Seguramente, estudios éticos de los pacientes humanos son también formas de substituir los experimentos con animales que muchos creían que no podrían ser reemplazados. Del mismo modo, los defensores que reivindican la investigación con animales, aseveran que sólo los animales se pueden utilizar para estudiar los efectos de las drogas en órganos completos.
 
Sin embargo, ahora tenemos equipos avanzados de simulaciones computarizadas de órganos humanos que permitan experimentos “virtuales” para predecir cómo los medicamentos afectan a grupos específicos de pacientes. Hay una nueva técnica llamada interferencia de ARN, que permite a los científicos producir selección de genes en células humanas en lugar de ensayos de las técnicas en animales.
 
Laboratorios donde se logren avances médicos sin dolor y sufrimiento son un objetivo completamente realista y la revisión actual de la legislación europea sobre experimentaciones en animales proporciona una oportunidad vital para poner en práctica las medidas que podrían beneficiar a los animales y las personas. Es una oportunidad que no debe ser desperdiciada

(*) El Dr. Gill Langley es director de ciencias en la Fundación Dr. Hadwen para la Integridad de la Investigación.






¿Hay que experimentar con animales? SI

Por Colin Blackemore (*)
Última actualización: 20:58 GMT 10 de noviembre 2008

Nuestras similitudes genéticas con roedores los hacen buenos para los exámenes médicos, dicen sus defensores.
La próxima directiva de la Unión Europea promete transformar la forma en que las pruebas con animales se llevan a cabo; un investigador y defensor de los animales debate si la práctica puede ser justificada.

Los antibióticos, insulina, vacunas contra la poliomielitis y el cáncer cervical, el trasplante de órganos, tratamientos para el VIH, la cirugía de bypass de corazón - se lee como el abecedario de la A a la Z del progreso médico. Sin embargo estos grandes avances tienen algo en común: todos fueron desarrollados y probados con animales.
La experimentación animal es un tema polémico, pero se reduce a dos cuestiones esenciales: ¿funciona ? y ¿es ético?

La primera es fácil de responder: funciona. Algunos tratan de hacernos creer que existen alternativas para toda la investigación animal, o que los ensayos con animales siempre son engañosos y peligrosos. Estas son falacias. Cuando existen alternativas fiables, por supuesto, los utilizamos - eso es lo que la ley exige. La resonancia magnética, los modelos computarizados, trabajar en tejidos aislados y con cultivos celulares pueden ser útiles, pero no pueden proporcionar las respuestas que sí se logran al investigar en un animal.

Nadie elige la utilización de animales cuando no es necesario. No da placer alguno, insume tiempo y es costoso aún ajustándose a la regulación en cuanto a la materia concierne. Sin embargo, todavía es la mejor manera de averiguar qué causa la enfermedad, y de saber si los nuevos tratamientos serán seguros y efectivos.

Biológicamente, somos similares a las especies como los ratones y las ratas, porque tenemos prácticamente el mismo conjunto de genes. Sus cuerpos responden a los tratamientos y enfermedad tanto como los nuestros. Si un "tomate morado" genéticamente modificado puede combatir el cáncer en ratones, puede que funcione para los seres humanos también.

La investigación médica es un proceso arduo. Para cuando el paciente recibe la terapia, es fácil olvidar lo importante que fueron los animales en su desarrollo. Los pacientes podrían no saber que los medicamentos nuevos y potentes tales como Avastin (usados para cáncer de intestino, de mama y de pulmón) y Herceptin (para cáncer de mama) se desarrollaron después de la investigación en ratones. De hecho, la investigación con animales ha contribuído al 70 % de los Premios Nobel de Fisiología o Medicina. Sin ella, estaríamos,médicamente hablando,atascados en la “Era de las Tinieblas” (“Dark Age”).

No son sólo los medicamentos y vacunas. Hace poco, investigadores en Seattle anunciaron que habían usado un implante de cerebro electrónico a un mono para permitirle mover sus miembros paralizados, esto es un descubrimiento de gran potencial el cual permitiría a las personas con discapacidad severa recuperar el movimiento.

Yo reto a cualquiera que haya seguido el trágico caso de Daniel James, quien se suicidó después de haber quedado paralizado en un accidente de rugby, a tratar de detener la investigación en el Reino Unido en lesiones de la médula, algunas de las cuales consisten en utilizar ratas.

Lejos de avergonzarse de este tipo de investigación, debemos estar orgullosos de nuestros científicos, cuyo trabajo ofrece esperanza a aquellos que sufren de enfermedades incurables. Pero, ¿qué pasa con los problemas éticos? Algunos dicen que ahorrarle sufrimiento a los seres humanos no es excusa para la muerte de animales de laboratorio.

Los que se oponen tienen derecho a rechazar el tratamiento que haya sido desarrollado a través de ensayos con animales, aún cuando implicara los tratamientos médicos que virtualmente existen. Pero no tienen derecho a obligar a un cambio de opinión para aquellos que esperamos y anhelamos nuevos y mejores tratamientos.

Todos esperamos el día en que la investigación con animales ya no sea necesaria, pero hasta entonces es de vital importancia. Restringir la investigación animal, incluyendo casos especiales, con monos, impiden el flujo de los tratamientos a las personas que los necesitan.
Los investigadores médicos no son un grupo de lunáticos con bisturí. Los que conozco son personas compasivas y humanitarias que realizan su trabajo con gran cautela y consideración, y con todos los esfuerzos posibles para minimizar el sufrimiento.
Hay enfermedades incurables, por ejemplo la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple y la esquizofrenia, que destrozan vidas humanas. Si queremos tener alguna esperanza de tratar tales condiciones, la investigación médica necesita todas las herramientas a su disposición por el bien de todos, y esas herramientas deben incluir los animales.

(*) Colin Blackemore es profesor de neurología en las universidades de Oxford y Warwick y ex jefe del Consejo de Investigación Médica. (Medical Research Council)